No es suficiente invertir en un diseño moderno y atractivo si el sitio no es funcional e intuitivo
Hoy en día, casi todas las empresas tienen un sitio web y muchas personas piensan que esto es suficiente para aumentar las ventas y tener éxito. La realidad no es exactamente esa, ya que internet rompe las barreras de la distancia y democratiza la competencia de empresas, que físicamente no competirían en las mismas condiciones, no es garantía de nada; es necesario que cuando llegue allí pueda navegar con facilidad, y para eso hay que pensar en la usabilidad y la eficiencia.
¿Qué diferencia a su negocio de los demás? La respuesta a esta pregunta también está en la presencia digital de la empresa. El diferencial de su empresa debe quedar claro en cada elemento del sitio y su forma de funcionamiento. No basta con invertir en un diseño moderno y atractivo si no es funcional e intuitivo. Si todo esto te parece demasiado complejo, sigue nuestros consejos para comprender cuán simple y dinámica es la tarea de hacer que un sitio web sea más atractivo y eficiente.
Arquitectura informacional
Para crear un sitio web atractivo y fácil de navegar, es importante pensar en la arquitectura de la información. Es decir, la secuencia lógica que deberá seguir el usuario para conseguir lo que necesita. Cuantos menos clics haga su cliente para llegar a donde necesita ir, más interesante será su sitio web. Cuando montas una arquitectura bien hecha, tiene que ser intuitiva, para que el usuario la siga sin pensar demasiado, de forma fluida y orgánica.
Antes de comenzar el desarrollo, es válido crear un esquema del sitio, enumerando las secciones y sus ramificaciones. Cuanto más simple, mejor. Las páginas inverosímiles, llenas de movimiento, a menudo tardan mucho en cargarse por completo, lo que reduce considerablemente el tiempo de carga de la página.
sitio web receptivo
Según una encuesta realizada por Deloitte, el 92% de las personas usa teléfonos inteligentes para acceder a Internet. Por eso, de nada sirve una web maravillosa si no se adapta a las diferentes pantallas. Más que una versión móvil del sitio, es importante que sea responsivo, para que pueda ser reposicionado de acuerdo al tamaño de la pantalla. Un sitio web receptivo está diseñado desde su creación para funcionar de esta manera, con un diseño adecuado e imágenes livianas que se cargan fácilmente. Los sitios de carga lenta se rechazan muy fácilmente: 53% de usuarios abandonan la página después de unos tres segundos de espera.
Algunas reglas básicas
Un sitio web innovador y audaz es genial, pero se deben seguir algunas reglas de diseño para facilitar la navegación. El uso de la marca de la empresa en la esquina superior izquierda del sitio web ya es un estándar en Internet mundial, ya que esta ubicación facilita la visualización, siendo el principal punto de atención para el usuario. No es de extrañar que el menú se coloque normalmente en el mismo lugar.
Las reglas no son obligatorias, pero harán que el sitio sea mucho más intuitivo. Es decir, el cliente navegará más fácilmente, de una forma mucho más fluida, si tu web mantiene las reglas que están en el inconsciente colectivo de los internautas de todo el mundo.
Otra regla muy válida es la siguiente: entrega todo a domicilio. ¿Como asi? En la primera página, deja claro a qué se dedica tu empresa y cuáles son sus especialidades. Esto hace que el usuario encuentre rápidamente lo que necesita y no tenga que buscar en todo el sitio para encontrarlo. Su página no debe ser un laberinto, sino un camino bien iluminado, señalizado y pavimentado; de lo contrario, el usuario dejará de navegar, lo que hará que su tasa de rebote se dispare.
Centrarse en la relevancia
Muchas empresas invierten mucho dinero en publicidad digital y se olvidan de invertir en relevancia en Google, por lo que gastan mucho más en atraer visitantes y no generan resultados optimizados. Esto se debe a que el motor de búsqueda más utilizado en el mundo presenta primero, en un resultado de búsqueda, los sitios que considera relevantes. Para ello, analiza el tiempo que el usuario pasa en la página, las visitas que tiene el sitio en relación a ese tema específico y la tasa de conversión. En otras palabras, un sitio bien calificado por Google puede aparecer más fácilmente en la búsqueda y también imprimir sus anuncios con prioridad, gastando menos y llegando a más personas.
Cuando el usuario entra en tu sitio y sale demasiado rápido, tu tasa de rebote sube y Google empieza a entender que hay algo mal en la página. Por lo tanto, su sitio perderá relevancia y caerá en la clasificación de los resultados de búsqueda. Por ello, es muy importante analizar la trayectoria que lleva el cliente para ver si hay algún tramo que genere más abandonos.
Vigilando las conversiones
Todo sitio web, como toda empresa, tiene al menos un objetivo que cumplir: a este objetivo los expertos lo denominaron conversión. Es decir, si tu empresa vende zapatos, por ejemplo, la conversión ocurre cada vez que el cliente compra uno. O, si se trata de una clínica estética, la conversión se realiza cuando el cliente programa una cita. El logro de conversión es lo que asegura que el sitio sea eficiente. Cuando esta tasa es baja, o empieza a caer, es necesario investigar qué motiva al cliente a desistir de la compra.
No pierdas de vista las métricas
Las métricas de un sitio web funcionan como exámenes de rutina y es necesario evaluar todo el sistema para saber dónde puede haber una falla. A veces, la caída de la tasa de conversión puede ser el resultado de un defecto del sitio web: las condiciones de pago pueden no ser favorables, el envío puede ser demasiado costoso o puede ser demasiado difícil completar la compra. Para eso, el sitio necesita pasar por este tipo de chequeos con frecuencia.
El estudio de las métricas debe ser considerado desde la creación de la página, por profesionales formados, que diseñarán la mejor forma de que el sitio sea dinámico e intuitivo.